Salí de casa contento diciendo que lindo día,
yo saludaba a la gente y nadie me respondía,
y sin querer empujé a una señora,
que con voz de lora mirándome fijo,
me dijo: "idiota, no ve por donde camina".
Que viva la gente que tenga y ponga,
¡Buena onda! ¡Buena onda!
Que escriban cien veces los que rezongan,
¡Buena onda! ¡Buena onda!
Si la vida es tango hay que darle milonga,
¡Buena onda! ¡Buena onda!
Y que al amargado todos le respondan,
¡Buena onda! ¡Buena onda!