Altos techos, gruesos muros,
se alzan para sobrevivir,
una idea, un paisaje, adonde guardo tu calor.
Donde estás?
Tenés que volver,
aferrado a tu idea, te devora y te hace pensar cualquiera.
Es tu casa imaginaria la que siempre quisiste tener,
sopla un viento fuerte que construye y destruye
una y otra vez.
Y si ya tenés lo que ya querés,
y si detrás no hay nada detrás,
y si no crees, tenés que creer,
y después cuando llega la hora oscura pensás cualquiera.
Donde estás?
Tenés que volver,
aferrado a tu idea, te devora y te hace pensar cualquiera.