Recuerdo cuando te hablaba de las nogueras
Golpeando con los nudillos en la encimera
Con mi grito quejumbroso de arroyo turbio
Traje mal bajío, me llevé infortunio
Allá donde el vino mana en la sementera
Y ondean las comadronas sábanas secas
Donde se abate sin prisa a las nocheviejas
Con los tiros mudos de penas añejas
Aventando silencio le quito el precio a mi soledad
La desato y tirito, que no está escrito, pero estará
En todos los soportales, como quien mancha el ajuar
Que he querido a dentelladas y ya no hay nada que desatar
Y ahora que una majada son mis adentros
Y el cuenco medio vacío me da sustento
Sostengo sobre los hombros otro derrumbe
No será su estruendo el que me deslumbre
Los sinsabores son las flores que perdí
Mientras la orquesta no dejaba de tocar
Y yo tiraba por la borda el pedigrí
Que me hizo hombre que en las nubes quiere hozar